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| Es extensa la lista de monumentos de nuestro Pirineo, se trata en su casi totalidad de pequeñas iglesias que han quedado ignoradas por su pequeñez en el conjunto de la historia del arte. Coll de Nargó es un bello exponente de este románico. La iglesia de Sant Climent, del siglo X-XI, Sant Miquel de las Masías, Sant Martí de la Plana, la capilla de la Virgen María de la Providencia -en Los Prats-, Santa María de Remolins, Sant Romà y Sant Miquel de Vilars, en Valldarques; Sant Serni en Gavarra, Sant Joan de Carreu, Sant Andreu de Sallent (también conocido como San Maximí), Sant Joan de Montanissell, Sant Jaume de Cases, restos de la iglesia abandonada del Pla de Talustre, Santa Gueta, en las Comas, (Gavarra),... Mención especial merecen, la torre la Villa y la vicaría de Valldarques. En este apartado nos dedicaremos a hablar de alguna de ellas, a parte de la iglesia de Sant Climent, a la cual dedicamos un apartado especial, al que podéis acceder a través del menú principal, o clicando en el vínculo de más arriba. |
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Carreu de Gavarra. En las tierras más a poniente del municipio de Coll de Nargó, encontramos unas cuántas casas de payés, situadas a una altura que roza los mil metros y en lugares fuerza aislados. Casas que en su época de esplendor reunían una muchedumbre de personas dedicadas a los trabajos propios de estos lugares, donde se ha de aprovechar hasta el palmo de tierra más pequeño, de secano, y aprovecharlo para el pasto de rebaños, ya sean ovejas, cabras o cerdos. En Carreu de Gavarra, la importancia de la casa queda demostrada también en el tamaño del término. El hecho de disponer de iglesia románica, ya marca una antigüedad como casa importante, así como que tuviera torre de vigilancia. Tanto la iglesia de Sant Joan como la torre se conservan en buen estado, pese a que haga años que Carreu se encuentre deshabitado. |
| Sant Sadurní o Sant Cerni de Gavarra. Si en el término de Coll de Nargó hay un lugar que cautiva tanto a la vista como al espíritu, este es, sin lugar a dudas, el pueblo de Gavarra . A pesar de hallarse a treinta kilómetros de la capital del municipio, la estrecha carretera que nos conduce a él, nos ofrece unas magníficas vistas de media comarca del Alt Urgell. Llegando A Gavarra, la primera imagen que se nos presenta es un montículo coronado con unas casas de piedra, de color más bien cobrizo, y tejados también de piedra. Destaca, como un señal de humanidad antigua, la redonda torre del campanario, que forma parte de la iglesia de Sant Sadurní o de Sant Cerni. En la fotografía la vemos de más de cerca, con el cementerio adosado, y formando un conjunto de estilo románico de bella estampa. También os podéis acercar al castillo, ya nombrado en documentos de inicios del siglo XI. |
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Sant Joan de Montanissell. Es una absoluta curiosidad, y casualidad, que a las dos iglesias de Montanissell se las conozca por el mismo nombre, a la vez que ambas se hallen situadas fuera de la población, y casi a la misma distancia de este, si bien una se encuentra situada hacia el lado del mediodía y la otra hacia al de poniente La que podemos ver a la fotografía es románica, como lo pone de manifiesto el ábside y los arcos que lo decoran. Tiene, pues, más de novecientos años de historia. Sant Joan se encuentra bien cuidada, cosa que no podemos decir, desgraciadamente, de muchos otros monumentos románicos de la comarca. Al lado mismo se encuentra el cementerio. Podemos subir a pie, en unos diez minutos, desde Montanissell. El propio edificio, así como la vista hacia levante que podemos ver desde él, hace francamente aconsejable la visita. |
| Capilla de la Virgen María de la Providencia. Otro lugar del término de Coll de Nargó, tranquilo y con un paisaje muy agradable y de montaña lo encontramos en los Prats, una larga franja de tierra plana y de cultivo, cerrada al norte por la cumbre rocosa de Boumort y a mediodía por la umbría zona de la sierra de Sant Joan. Los Prats, denominados también de Montanissell o de Carreu, gozan de un clima saludable, y muy soleado. En medio de todo ello encontramos la capilla de la Virgen María de la Providencia, sencilla pero valiente ante la soledad y los inviernos de nieve y frío, que detiene el sol y lo saluda con su sencillo campanario de espadaña. Llegaréis por la banda de Bòixols, pasando por el Forat de los Prats, o bien desde Montanissell, a través del Pitarell y dejando a ambos lados la Font Freda y las Cuevas de Ormini. |
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Sant Maximí de Sallent. Se trata de una de las iglesias románicas del término de Coll de Nargó más solida y a la vez más desconocida. Se halla situada en medio del valle de Sallent, en un lugar de paisaje cautivadir, destacan los sillares bien apareados de los tres ábsides que encontramos. El campanario, descabezado, podría haber sido, antiguamente, una torre de defensa. Llegaréis a Sant Maximí por el camino que conduce a Sallent, entrando por la parte alta del valle, una vez atravesada la Creu de Ferri, viniendo de la carretera de Bóixols.
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| Sant Romà de Valldarques. Pese a la dispersión de las viviendas, en Sant Romà, existe un núcleo principal, dónde destaca el atrevido emplazamiento de la vicaría y que preside la iglesia románica de Sant Romà, con un destacado campanario y curiosas ventanas medio tapiadas, en una de las cuales podemos contemplar pinturas decorativas. En Sant Romà también el ábside merece especial atención, por la disposición de las piedras del friso de debajo del tejadot, puestas de forma paralela, un caso particular dentro de la arquitectura románica, dónde encontramos la típica disposición en diente de sierra. Hallaremos Sant Romà de Valldarques justo donde se termina la pista forestal que lleva al núcleo del pueblo. |
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Sant Martí de la Plana. Iglesia románica situada en un estratégico paso entre Valldarques y el valle de Sallent. Airoso campanario, paredes de piedra procedente de mismo lugar, piedra blanquinosa que con el sol adquiere relieve de solemnidad. La iglesia de Sant Martí fue partida por un rayo, y, actualmente muestra un añadido de mitad del siglo IXX, que empequeñece y da al conjunto un aire un poco confuso. Desmoronado el tejado, con una encina que poco hace para cubrir esa zona, podéis en cambio admirar la firmeza del campanario con el capuchón de piedra y el ábside, con dos ventanas de derrame y arcos lombardos. Se nos aparece, por su construcción, sencilla pero acertada, como un pesebre. Llegaréis a ella por la carretera de Isona. A media subida un indicador a la derecha conduce a Sant Martí de la Plana. |
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