Catedral de Santa Maria de Urgell
No cuesta convencer a nadie, una vez visitada la Catedral de Santa María de Urgell, que se trata de uno de los monumentos más insignes del arte románico universal, por sus proporciones, pureza y armonía de sus líneas y la unidad de estilo con qué aparece a nuestros ojos. Digamos antes, pero, que esta es la cuarta de las catedrales diocesanas y la tercera de las que, en poco tiempo, se alzaron en el mismo sitio. La primera se había construido en Castellciutat. Posiblemente, a principios del siglo XI, la segunda catedral se hizo pequeña para reunir a los feligreses, ya que la población aumentaba allende, en gran cuantía, durante el siglo X. El obispo Sala (981-1010) proyectó la construcción de una nueva catedral. Pero fue un sobrino suyo, Ermengol, quién la llevó a término, al sucederle. Hijo de los vizcondes de Conflent, Ermengol rigió la diócesis mucho tiempo: del 1010 al 1035. Fueron 25 años de actividad extraordinaria, espiritual y social. Liberó Guissona de los musulmanes, fomentó la vida comunitaria de los canónigos, atendió las necesidades de los más pobres, construyó puentes y caminos para la mejora de las comunicaciones... y murió precisamente cuando trabajaba él mismo en la construcción del puente del Pont de Bar, en el camino de Cerdanya.
En la Seu d'Urgell es impresionante el conjunto de edificios que nos hablan de su tiempo: las capillas de Santa Eulàlia y de Sant Francesc de Assís, donde hoy se ubica el Ayuntamiento, Sant Miquel, en la cara norte del portal de Cerdanya, en el lugar que ahora se halla la reconvertida Sala de Cultura y Convenciones de Sant Domènec, que fue edificada en estilo gótico durante siglo XV. En la banda sur y este de la actual catedral se encontraba seguramente el palacio Episcopal y el Hospital de los pobres. 
 
LA OBRA DE SANT OT: LA CATEDRAL ACTUAL

¿Que le pasó al templo de Ermengol y Eribau que, apenas pasados unos cincuenta años amenazaba ruina y obligó al Obispo Ot a proceder a su total reconstrucción? No sabemos nada. Ot, venerado también como santo -y Patrón de la Seu d'Urgell- rigió la diócesis del 1905 al 1122 . De él se conserva la carta en la que se dirigía a sus fieles, otorgando abundantes indulgencias a quienes contribuyeran con sus donativos a rehacer la catedral en estado ruinoso.

El ábside visto desde el Parque del Cadí
Por testamentos y otros escritos, constan muchos donativos hechos a lo largo de todo el siglo XII que hicieron posible rehacer Santa María de Urgell, que ha padecido recientemente una importante y esmerada restauración. Las obras, dirigidas por "maestros operarios", adelantaron de forma lenta... al ritmo de las donaciones o también de los condicionamientos laborales. Tras Sant Ot, continuaron la empresa los obispos Pere Berenguer, Bernat Sanç y Bernat Roger. Fue, finalmente, Arnau de Prexens (1167-1195), quien le dió el empujón final. Concretamente en el año 1175, encontramos una contrata con un tal Ramon Lambard, por la cual este se compromete en un plazo de 7 años a cerrar las vueltas, levantar los campanarios una hilada y acabar el cimborio. El documento es interesante también para hacernos cargo de las condiciones de trabajo de los "arquitectos" a la sazón (disposición de los bienes necesarios, manutención asegurada, etc...) Otros referencias sobre Ramon Lambard no son lo suficiente claras. ¿Había trabajado ya antes en las obras de la catedral? Venía de la Lombardia italiana el mismo o su apellido expresa simplemente el oficio de "picapedrero", ¿que grupos de artistas lombardos se habían extendido y perfeccionado desde años atrás en nuestras tierras? Lo que sí es cierto es que la catedral que hoy admiramos tiene una evidente influencia del arte románico que desde el norte de Italia se extendió por el sur de Francia y por los condados de la Catalunya Vieja. El 1182 Ramon Lambard habría cumplido básicamente el encargo. Incluso debería haber alzado el airoso campanario de la fachada principal. De cómo siguieron las obras más adelante, no hay documentación ni proyecto. Sólo sabemos que ésta ha perdurado hasta nuestros días para gozo de urgelenses, fieles y turistas, siendo una de las catedrales más emblemáticas y bellas de todo Catalunya. 

 
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